El Güegüense, un personaje controversial

Fecha: septiembre 2, 2019

Autor: Eduardo J. Estrada Montenegro

Categorías: CULTURA / GENTE Etiquetas:

El Güegüense

El Güegüense es el personaje del que se han hecho las interpretaciones más controversiales, pero se olvida que sus características son universales. Su carácter cómico nos recuerda a ese gran personaje de Enrique IV, Juan Falstaff.

Falstaff, es también un personaje de un humor contagiante, tan parecido al Güegüense, que su personalidad parece su réplica dramática, y cuya única diferencia es que este usa máscara y su historia está vinculada a una comedia bailete.

El drama de Enrique IV es tan emocionante, que podría eliminarse toda la trama histórica, y las escenas en las que Falstaff dialoga con el príncipe Enrique Hall serían suficiente para sostener su esplendor estético, su fuerza metafórica y su sentido paródico. Sería así una comedia tan picaresca como el Güegüense, pues sus diálogos están caracterizados por ese carácter irónico de las grandes obras de la literatura universal.

La personalidad del Güegüense, tiene todas las características de Juan Falstaff, en especial por su ironía frente al poder establecido y proclive a la corrupción. En el Güegüense existen escenas muy parecidas a las de Enrique IV. También se pueden observar en el Güegüense frases y giros literarios muy shakespereanos. El escritor de nuestra primera obra dramática, tenía a todas luces la influencia de Shakespeare, o en todo caso, la influencia del teatro medieval europeo.

En las primeras escenas de Enrique IV disfrutamos increíblemente de esos maravillosos diálogos entre Falstaff y el principie Hall, llenos de picardías y buen humor, de chistes y frases irónicas. Ambos personajes actúa como dos camaradas que se mezclan en asaltos y acciones delictivas, en bromas hilarantes, y no se espera, que al final, cuando el príncipe Hall llegue al trono a la muerte de su padre, traicione a Falstaff. El Güegüense, por su parte, logra hacer un trato y contrato con el representante del poder español, el gobernador Tastuanes.

Como dicen algunos críticos, Falstaff nos atrae y aun nos contagia, no sólo por su simpatía o su ingenio, sino por encarnar ciertas tendencias humanas que le hacen envidiable: su voluntad de vivir libre de ataduras, su negativa a someterse a los límites de la realidad y la parodia que hace de las instituciones o el poder. El Güegüense es también un personaje contagiante y con un sentido del humor que nos hace reír en cada una de sus escenas.

El Güegüense o la Danza del Macho Ratón, fue declarada patrimonio inmaterial de la humanidad por la UNESCO en el año 2005.

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